¿Cómo se crean buenos hábitos?
Cultivando buenos hábitos.
En primer lugar, liberándonos de la obligación social de mostrarnos siempre muy sonrientes, satisfechos, felices y realizados. La vida es dura y lo es para todos. Cada uno de nosotros tiene que encontrar su propio ritmo y crear hábitos (requiere mucho tiempo y paciencia) que se ajusten a nuestras necesidades.
Empecemos por lo básico: ¿qué son los buenos hábitos?
Los hábitos son comportamientos automáticos, repetitivos y, a menudo, inconscientes que se ponen en práctica con regularidad. Cada vez que nos enfrentamos a una nueva tarea por primera vez, nuestro cerebro trabaja duro para asimilar la nueva información y procesarla. Una vez comprendido el comportamiento, se convierte en automático y la actividad mental necesaria para una acción determinada disminuye drásticamente.
De esta forma, los hábitos son aprendidos por la mente, y las acciones resultantes ya no pesan (aparcar, aprender un programa informático, una receta, nuevos ritmos debidos a la escuela, el trabajo, los compromisos).
Estamos llenos de hábitos. Por lo tanto, como primer paso, debemos deshacernos de los malos hábitos y dejar sitio a las nuevas experiencias que echamos de menos o necesitamos. Como queda claro en esta introducción, los hábitos se instalan en la mente y se presentan de forma aleatoria en nuestra vida cotidiana, por lo que se corre el riesgo de que los malos hábitos se conviertan en adicciones.
Hay que prestar mucha atención a lo que nos parece mal y tomar medidas. Pongamos un ejemplo práctico. Si te cuesta despertarte por las mañanas y el día te resulta agotador, lo más probable es que debas analizar tus hábitos de sueño.
¿Comes demasiado por la noche y te causa molestias? Controla tu alimentación: mastica más despacio, suelta los cubiertos entre bocado y bocado, no bebas durante las comidas, come poco a poco, come menos cantidad.
O bien: ¿te vas a la cama y miras el móvil hasta que te duermes? No sobrecargues tus sinapsis, apaga el móvil e intenta leer.
Sin duda, estas acciones conducen a una mejora de tu nivel de sueño y, por lo tanto, te sentirás vigorizada y satisfecha.
Pero llevarlo a cabo, así como cualquier medida correctora que todos nosotros necesitamos, no es nada sencillo.
Caminemos juntas
¿Qué hace falta para adquirir hábitos saludables? Fuerza de voluntad y autodisciplina, durante un tiempo mínimo de, al menos, dos meses. El primer mes es crucial para el éxito de tu cambio. En tus treinta días de cambio debes respetar estos pasos:
- Empieza con buen pie: los tres primeros días sentirás una increíble carga de entusiasmo que te llenará de alegría. No te pases, intenta ceñirte a las reglas que te has marcado.
- Las primeras dificultades: tras la primera semana, el entusiasmo inicial ya habrá decaído, pero no las dificultades. Si el esfuerzo de la ejecución te pesa demasiado, intenta "fraccionar" tu objetivo. Por ejemplo: si sigues sintiendo la necesidad de pasar tiempo con el móvil, pon un temporizador e intenta reducir el tiempo hasta que llegue a cero.
- Crees que ya lo has conseguido: después del décimo día, empiezas a ver la diferencia y algunas acciones están aprendidas. No bajes la guardia, permanece atenta y vigilante. Ahora es el momento de pisar a fondo el pedal de la constancia.
- La caída. Es normal, no te preocupes, levántate. Pero recuerda: hay caídas y caídas, están las que se pueden evitar y, luego, están los obstáculos en el camino. Lo importante es levantarse bien.
- La práctica. Tu comportamiento se consolida, los resultados son tangibles (tu piel ha mejorado, estás menos cansada, eres más activa, has perdido peso), y estás muy contenta con los resultados. Esta es la fase más delicada, si abandonas tu camino ahora tendrás que empezar, de nuevo, desde el paso 1.
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Siempre estamos del lado de las mujeres. Deavocado #Goodforwomen